En un mundo tan digital y tecnológico como en el que nos encontramos en estos momentos y con la incertidumbre que rodea el panorama actual, sumado al cambio comportamental de las personas, resulta casi obligatorio ofrecer a nuestros clientes la posibilidad de disfrutar de nuestros servicios dónde y cuándo quieran.

Aunque cada vez salen más estudios del impacto que causa acudir a un evento de manera presencial, las nuevas generaciones tecnológicas quieren tener el poder de elegir a la carta y sin desplazarse, de forma instantánea y directa, fácil de usar y con gran calidad de audio y vídeo, y esto a día de hoy ya podemos conseguirlo con el Streaming o el LiveStreaming.

El LiveStreaming es la distribución digital de contenido multimedia a través de una red de dispositivos, de manera que el usuario dispone del producto en tiempo real; mientras que el Streaming sería disponer de este contenido pregrabado y almacenado en nuestro dispositivo para poder visualizarlo en cualquier momento, como ya hacen conocidas plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime y un largo etcétera.

Para diferenciar de una forma clara tu evento y su contenido, en este post os contamos todo lo que necesitáis saber sobre este servicio que, lejos de ser una moda pasajera, ha llegado para quedarse en el sector eventos.

Los tres componentes básicos que necesitamos son:

Necesitaremos un dispositivo que grabe la imagen y el sonido del contenido que queremos retransmitir. Este puede estar fijo sujetado por un trípode o puede estar en movimiento siendo manejado por una persona; opción más adecuada si son varias personas y queremos ir cambiando de plano y que el audio se escuche adecuadamente. Cuantos más dispositivos de grabación tengamos mayor será el enriquecimiento y calidad de imágenes que podremos distribuir a nuestros asistentes.

A su vez, el dispositivo de grabación está conectado a un equipo, que se encarga de procesar y editar las imágenes para distribuirlas, siempre y cuando esté conectado a internet, a una página, plataforma o espacio privado virtual en tiempo real en el caso del LiveStreaming o de almacenarlas en el caso del Streaming.

El contenido llega a todos los asistentes que, previamente se han inscrito a nuestro evento y disponen de un link de acceso, en el caso de ser un espacio virtual privado.

Una vez conocemos el procedimiento del servicio, pasamos a explicar quién o de qué forma podemos llevarlo a cabo.

Si no queremos pringarnos las manos y despreocuparnos más del servicio, podemos externalizarlo y contratar a una agencia productora especializada en la retransmisión de Streaming. A priori es un servicio costoso, puesto que estas compañías se encargan de la instalación del equipo en el sitio del evento, llevan el personal y material cualificado y, en definitiva, garantizan un servicio de calidad, que al final es lo que más valoran nuestros asistentes.

Por otro lado, existen opciones más asequibles al alcance de todos, como son la opción de transmisión en directo de diferentes plataformas, como YouTube Live o Facebook Live. Todas ellas cuentan con la posibilidad de realizar vídeos en Streaming pero, por contrapartida, no tendremos control ni registro de los asistentes presentes en el evento.

Como todo en la vida, en el término medio está la virtud, y existe una tercera opción: la contratación de un espacio que tenga integrado este servicio. De esta manera nos garantizamos ofrecer a nuestros asistentes un servicio y visionado de calidad, podemos tener el control o registro de todos ellos y además se abaratan considerablemente los costes del servicio puesto que el desplazamiento y la instalación del equipo ya está integrado.

Marcos Rodríguez

Responsable de Eventos y Operaciones en MAS