Encontrar el encaje de tu producto o servicio con el mercado parece el primer paso de toda estrategia de negocio exitosa.

Sin embargo, una vez conseguida esta proeza -no al alcance de cualquiera-, siguen una serie de decisiones estratégicas que deben marcar el camino de crecimiento del negocio.

Descubre en este artículo cómo el «growth» puede ayudar a cualquier empresa, producto y servicio a ordenar, predecir y sostener su crecimiento.

¿Qué es el growth hacking?

El growth hacking, en adelante solo «growth», es un término acuñado por Sean Ellis en el año 2010 y desarrollado como método en su libro, escrito junto a Morgan Brown.

Tiene sus orígenes en las tácticas y acciones creativas que muchas de las startups tecnológicas más famosas aplicaban ya en sus inicios para crecer exponencialmente.

Se basa en el crecimiento dirigido a través del producto o la experiencia de cliente/usuario.

Más allá de trucos mágicos e historias de éxito, el growth se ha consolidado en forma de metodología, aplicando los criterios del método científico y conjugando el conocimiento de otras disciplinas reconocidas: analítica, marketing, UX, psicología de compra, etc.

¿Por qué hacer growth?

Crecer cualquier proyecto es algo que todo emprendedor o gestor busca. Es la clave del éxito de toda compañía e idea de negocio.

La metodología de growth permite sistematizar un crecimiento exponencial, sólido y sostenible en el tiempo.

Se encarga de poner foco en las decisiones estratégicas que ordenan las tácticas del día a día para adquirir, convertir, enamorar y fidelizar a los clientes y usuarios.

Así, prioriza las decisiones que van a tener mayor impacto en las palancas de crecimiento y se encarga de optimizar la experiencia de todo el viaje del cliente.

¿Cómo hacer growth?

La metodología growth, que tiene mucho de creatividad, comparte abundantes principios de la innovación disruptiva, product management, lean startup, agile, etc.

Requiere de la implicación de toda la compañía, siempre empezando por los puestos de máxima responsabilidad.

Las competencias suelen recaer en un departamento interno o único growth manager, aunque también puede ser tarea de un equipo externo.

Se trata de una figura o colectivo transversal, que se sustenta en la participación activa de otros departamentos profesionales: marketing, ventas, comunicación, etc.

De manera resumida, los pasos para llevar a cabo una estrategia de growth, son los siguientes:

  1. Determinar el objetivo principal y aquellos secundarios que afecten directamente al primero, en base al producto o servicio a crecer.
  2. Generar hipótesis de optimización y crecimiento.
  3. Crear el plan estratégico en función del embudo de venta y el «customer journey».
  4. Configurar previamente todas las fuentes de datos.
  5. Experimentar: idear, ejecutar, analizar y documentar.
  6. Iterar o implementar.

Si quieres saber más sobre el growth como metodología, no te pierdas nuestra clase gratuita del 8 de julio a las 16h.

Por Nacho Ferrero

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