Como ya lo mencionábamos en post anteriores, uno de los sectores más afectados durante la pandemia ha sido el del Fitness y las instalaciones deportivas, donde muchos de los operadores no han podido abrir sus instalaciones mientras otro tipo de espacios abrían sus puertas. Ante esta situación un estudio realizado en Holanda, en mayo de 2020, sugirió establecer un certificado a través del cual el centro deportivo era acreditado para reabrir sus puertas garantizando la seguridad a sus usuarios.

En este estudio se tuvieron en cuenta los aerosoles que permanecen en el aire, las actividades respiratorias (como respirar, hablar, toser y estornudar), la actividad que se este realizando, la ventilación del espacio y el uso de filtros en esta y el uso de las mascarillas.

Cuando hablan de ventilación se refieren a limpiar el aire del espacio. Se contemplan dos tipos de ventilación: una ventilación mixta y una ventilación por desplazamiento. En la ventilación por desplazamiento se usan difusores y conductores cerca del piso que desplazan el aire hacia el techo reduciendo el número de aerosoles en la zona de actividad y por tanto ofrecen una mayor eficiencia. En el caso de la ventilación mixta, es más fácil de implementar y es la más común, son difusores colocados en el techo de la instalación, pero en este caso distribuyen los aerosoles de una forma más uniforme, es decir, habría zonas con gran cantidad de estos.

Respecto al filtrado encontramos dos tipos: los HEPA y los ESP. Los HEPA son filtros muy eficaces que eliminan al 99,95% las partículas del aire, tienen un coste inicial relativamente bajo, pero después el coste operativo es alto, ya que requieren de mucha energía. En el caso de ESP es, al contrario, coste inicial alto, pero coste operativo bajo.

En relación a las mascarillas se diferencia entre quirúrgicas y respiratorias. Dentro de las mascarillas quirúrgicas vemos que según el material de filtro son más o menos eficaces, siendo más eficaces las mascarillas quirúrgicas con. Un filtro específico, por encima de las mascarillas caseras. Aún así, concluyeron que todas las mascarillas reducen la exposición a aerosoles a lo largo del tiempo y que, por tanto, el usuario no se veía afectado durante la actividad.

En conclusión, este estudio realizado por Blocken et al (2020), establece 3 criterios para conseguir este certificado, estos criterios deberían establecerse de forma complementaria a las normas que establezcan los gobiernos. El primer paso sería cumplir con los criterios de ventilación para reducir el número de aerosoles en el espacio mientras se realiza ejercicio, ya que durante el ejercicio las personas pueden producir más bacterias y por tanto están más expuestas a ello. El segundo criterio es el uso de los filtros como complemento a esta ventilación, con el objetivo de limpiar el aire que entra en la sala y crear un ambiente lleno de aire nuevo, fuera de aerosoles. El tercer y último paso, sería el uso de las mascarillas, que protege de forma directa al usuario durante la práctica de inhalar sustancias nocivas.