A todos nos gusta, desde muy pequeños, que nos cuenten historias. Y no sólo porque nos permiten ir a lugares fantásticos, sino porque nos permiten empatizar con el dolor, la alegría o la frustración de los personajes.
De igual manera, de adultos, cuando nos cuentan algún problema o algún caso de éxito, el mensaje llega de una forma más efectiva si nos lo cuentan a través de historias, ya que esto nos hace que activemos otras áreas del cerebro que involucran a nuestra imaginación y nos hace recrear lo que nos están contando.
Esto lo saben muy bien los publicistas. Muchas marcas han aprendido que, si nos cuentan historias, su mensaje llega de una manera más efectiva. Un ejemplo de ello es la Abuela Litoral que hizo que las nuevas generaciones se subieran al coche del consumo de potajes en lata, o el anuncio de Estrella Damm, que cumplió la función de concienciar del cambio climático si es que queremos seguir disfrutando de los grandes momentos con los amigos y una Estrella Damm en la mano.
Pero ¿qué sucede cuando una empresa se enfrenta a algo por lo que nunca ha pasado como es la transformación digital? Este proceso que están viviendo con pánico pequeñas y grandes corporaciones requieren no solo digitalizar los procesos de la compañía, requiere cambiar la forma de pensar y actuar de los que forman parte de ella, y esto resulta muy complejo y requiere tiempo.
Sin embargo, a través del Storytelling se puede trabajar ese cambio de mentalidad de una forma más rápida. Contar casos de éxito de otras áreas y cómo les ha ayudado a mejorar su eficiencia con el tiempo, contar la historia de clientes frustrados a través de procesos engorrosos, el caso de trabajadores y la tensión que sufren con la transformación. Todo vale si se cuenta bien, y para ello debes ayudarte de alguien a quien le guste contar historias y sepa el objetivo que tiene al hacerlo.
Si quieres empezar por algo, Gabrielle Dolan en su libro “Stories for Work” identifica 4 tipos de historias: triunfo, tragedia, tensión y transición. Si se utilizan de forma adecuada pueden aumentar las posibilidades de éxito, que es cambiar la mentalidad de los equipos que sufrirán, en un periodo corto de tiempo, un cambio brutal en su forma de trabajo.
Ánimo y comenzamos: “Érase una vez…”
Jorge Rosales
Responsable de Comunicación y Marketing